El arte de viajar
Talking about traveling and, as a result of a recommendation, I have looked for the Alain de Botton's book with this title "The art of travel". Sunday Times said: "Lucid, fluid, uplifting...it can enrich and improving your live".Hablando de los viajes y fruto de una recomendación, he buscado el libro de Alain de Botton con ese mismo título "El arte de viajar" con el subtitulo "Como ser más feliz viajando"
This book is divided into five parts, each with its own title: "Exit", "Reasons", "Landscape", "Art" and "Return". And each part, in turn, has chapters in a total of nine with very suggestive titles also like "Places of transit", "Sublimity" or "Habits".
El libro esta divido en cinco partes, cada una con un título: "Salida", "Motivos". "Paisaje", "Arte" y "Regreso". Y cada parte a su vez, está compuesta de dos capítulos, en un total de nueve capítulos con títulos también muy sugerentes. Algunos de ellos son "Lugares de tránsito", "Sublimidad" o "Hábitos".
Each chapter is related to a historial carácter
and to some geographical place.
Thus, in one of the first chapters, he
mentions Baudelaire and says that it was he who “invented” a new genre: “La poèsie des départs, la poèsie des sales d’attente”…
De Botton completes it with “La poèsie
des stations-service et des aéroports”. I’ve
always thought that these places concéntrate an almost magical emotional
energy: this is the energy of change, movement, reunion and farewell.
Cada capítulo está relacionado con un personaje histórico y con algún
lugar. Así en uno de los primeros capítulos menciona a Baudelaire y dice que fue
él quien “inventó” un nuevo género: “La
poèsie des départs, la poèsie des sales d’attente”… De Botton lo completa
con “la poèsie des stations-service et
des aèroports”. Siempre he pensado
que estos lugares concentran una energía emocional casi mágica: es la energía del
cambio, del movimiento, del reencuentro y de la despedida.
The
painter Edward Hopper discovered Baudelaire’s poetry and was impressed as he
shared this idea of finding poetry in places of transit: “La poèsie des motels et des petits restaurants au bord d’une route”.
On his canvases, his characters are alone, far from home, reading a letter in a
cafe, on the edge of a hotel bed or looking out the window on a moving train… adrift… and
he invites us to emphasize with these characters that moves.
El pintor Edward Hopper descubrió la poesía de Baudelaire y quedó
impresionado ya que compartía esa idea de encontrar la poesía en lugares de
tránsito: “la poèsie des motels et des petits restaurants au bord d’une route”. En sus lienzos, sus personajes están solos,
lejos del hogar, leyendo una carta en una cafetería, al borde de una cama de
hotel o mirando por la ventanilla en un tren en marcha… a la deriva… y nos
invita a enfatizar con estos personajes en tránsito.
De
Botton says that trips are “the midwives of thought”: inner conversations are
preferably induced in the seat of a plane, on the railing of a ship or in the
corridors of a moving train. And those
introspective reflections are nourished by the landscape: he even finds poetry
in a lonely fuel station, in the dark night, in the middle of a deserted road…
Dice De Botton que los viajes son “las comadronas del pensamiento”: las conversaciones interiores son inducidas
preferentemente en el asiento de un avión, en la barandilla de un barco o en
los pasillos de un tren en marcha. Y
esas reflexiones introspectivas se ven impulsadas por el paisaje: incluso
encuentra la poesía en una gasolinera solitaria, en la oscuridad de la noche,
en medio de una carretera desierta…
In the
chapter on exoticism, he talks about the attraction to what is different. He mentions the writer Gustave Flauvent and
his weakness for Egypt, to the point of proposing a new way of assigning
nationality according to the places one feels attracted to and not by the place
of birth, in a flexible conception of creating our own identity.
En el capítulo sobre el exotismo, nos habla de la atracción por lo
diferente. Aquí menciona al escritor
Gustave Flauvent y su debilidad por Egipto, hasta el punto de proponer una
nueva manera de asignar la nacionalidad de acuerdo a los lugares por los que
uno se siente atraído y no por el lugar de nacimiento en una concepción
flexible de crear nuestra identidad.
Later,
in the chapter on “curiosity”, the autor presents us with the two ways in which
Nietzsche conceives the fact of travelling: one of them with the aim of mere
gathering data and the other way to use these data to “stimulate life”: it’s
the feeling to be part of a universal plan when contemplating some historical
elements which show u show our identity has been forged over time.
Más adelante, en el capítulo de la “curiosidad”, el autor nos presenta las
dos formas en que Nietzsche concibe la manera de viajar: una de ellas con el
objetivo de la mera recopilación de datos sobre los lugares y la otra manera
consiste en el uso de esos datos para “estimular la vida”: es el hecho de sentirse
parte de un plan universal al contemplar elementos de la historia que nos
muestran como se ha ido forjando nuestra identidad a través del tiempo.
In the
end, it all boils down to the idea that when traveling, things are presented
with the only geographical connection: styles and stages of history and other
elements are mixed in the same place and our curiosity became diverted.
Al final, todo se reduce a la idea de que en los viajes, las cosas se
presentan sin más conexión que la geográfica: en un mismo lugar se mezclan
estilos, etapas de la historia y elementos muy diversos conectados solo por la
lógica geográfica que desvirtúa nuestra curiosidad.
Other
reflection is the fact that observing places does not feel the same whether you
are alone or with another person: the
scene (nature or not) can transform the relationship and, in turn, the
experience of the place is transformed by the company.
Otra consideración en este capítulo es el hecho que no se siente igual la
observación de los lugares si uno esta solo o con otra persona: el lugar
(natural o no) puede llegar a transformar la relación con la otra persona y a
su vez, la experiencia del lugar se transforma con la presencia de otra persona.
What’s
more, De Botton deals with the relationship between art and landscape: he
reveals to us that a lanscape can become more attractive once we have
experienced its representation by an artista.
There’s a long-standing relationship between art and desire to travel,
on the other hand, there’s the desire to capture the beauty through art. Beauty is fleeting and how to possess it? The
dominant urge is to cling to it. The
brush or the camera can be the options.
De Botton también trata la relación que existe entre el arte y el paisaje: nos
descubre que un paisaje puede tornarse más atractivo una vez que hemos sido
testigos de su representación a cargo de un artista. Existe una longeva relación entre el arte y
el deseo de viajar, por otro lado, está el deseo de captar la belleza de los
paisajes a través del arte. “La belleza
es fugitiva” dice De Botton, “cómo poseerla?” se cuestiona, ya que el impulso dominante
es aferrarse a ella. El pincel o la
cámara pueden ser las opciones.
The
last chapter talk about habits and De Botton focuses on the work of a
27-year-old Frenchman named Xavier De Maistre who, in 1790, conceived the
chronicle of a trip through his room and which he titled “Voyage autour de ma chambre”.
In my opinión, De Maistre’s proposal may seem modest, although it gains
strength afeter confinement and values the small details of a mundane place
that lose power with the repeating routine.
De Botton says that De Maistre’s work gives rise to the suggestive
intuition that the pleasure we obtain from travel depends largely on the
attitude and predisposition of the traveler.
This traveling disposition is characterized by its receptivity and it’s
about approaching familiar places with humility, allowing oneself to be
impressed time and time again by the place, “recovering our sight”: the autor says
that when we are used to a landscape, we are blind. In the second volumen of De Maistre’s work: “Expédition nocturne autour de ma chambre”,
he opens the window and contemplates the sky and further elaborates on the fact
that humans miss out on the sublime spectacle that the sky shows uselessly
every night.
En el último capítulo habla de los hábitos y se centra en la obra de un
francés de 27 años, llamado Xavier De Maistre quien en 1790 concibió la crónica
de un viaje por su habitación y que tituló “Voyage autour de ma chambre”. Para mi la propuesta de De Maistre puede
parecer modesta, aunque gana fuerza después de un confinamiento y pone en valor
los pequeños detalles del lugar cotidiano que pierde poder con la repetición de
la rutina. Para De Botton, de la obra de
De Maistre brota la intuición sugerente que el placer que obtenemos de los
viajes depende en gran parte de la actitud y predisposición del viajero. Esta disposición viajera, dice De Botton que
se distingue por la receptividad y se trata de acercarse a los lugares conocidos
con humildad, dejándose impresionar una y otra vez por el lugar, “recuperando
la vista”: dice el autor que cuando estamos acostumbrados a un paisaje, estamos
ciegos. En el segundo volumen de la obra
de De Maistre: “Espédition nocturne autour de ma chambre”, abre la ventana y
contempla el cielo y todavía abunda más en el hecho que los humanos nos perdamos
el espectáculo sublime que el cielo muestra cada noche inútilmente.
De
Botton takes advantage of De Maistre’s book to make his own experience in his
Hammersmith neightborhood in London, where he performs the exercise of getting
out of the habit to llok with different eyes a well known place.
De Botton aprovecha el libro de De Maistre para hacer su propia experiencia
en su barrio de Hammersmith en Londres, donde realiza el ejercicio de deshabituarse
para mirar con otros ojos el lugar que conoce tan bien.
I
would only add one thing to this experience of De Botton, and that's the fact
of walking, cycling or walking a pet through that neighborhood that we know so
well, makes the perception change completely because the focus has also changed.
A esta experiencia de De Botton solo añadiría una cosa y es que el hecho de
recorrer ese barrio que conocemos tan bien caminando, en bicicleta o paseando a
una mascota, hace que la percepción cambie completamente pues el foco también
cambia.
The
chapter ends with Nietzsche’s reflection on the fact that there’re people who
can do a lot from a little and others who do little from a lot.
El capítulo finaliza con la reflexión de Nietzsche sobre el hecho que hay
personas que pueden hacer de poco, mucho y otras que hacen de mucho, poco.
I want to select this idea and also I pick up the magic power of change
Quiero quedarme con esto y con la magia del cambio.